miércoles, 13 de abril de 2011

ES URGENTE AMAR Y DECIR A LOS QUE AMAS QUE LOS AMAS....

ÉRIC-EMMANUEL SCHMITT, dramaturgo, escritor, guionista y director de cine.

"Tengo 51 años. Nací en Lyoon, soy viudo y vivo en buena compañía en Bruselas. Hay que luchar contra el materialismo, el mercantilismo y el reino del mercado. Confío en el misterio, no tengo miedo, pero esta confianza no es un saber; la fe es una manera de vivir el misterio."
(La Contra de La Vanguardia, miércoles 13/04/11)

Eric-Emmanuel Schmitt ha dirigido la película "Cartas a Dios", una adaptación de su libro "Óscar y la Dama de ros". Después de su estreno en Estados Unidos en noviembre de 2009, llega a las pantallas españolas, después de casi dos años de espera, el próximo viernes 15 de abril.
 
La adaptación cinematográfica de la novela narra la conmovedora historia de Óscar, un niño de 10 años, que padece una enfermedad terminal. Los médicos y los padres, aterrados ante la realidad inminente, se niegan a contarle la verdad sobre su precario estado de salud; sólo Rosa, una ex boxeadora, es capaz de afrontar la realidad y retarle a un juego: vivir como si cada día fuesen 10 años de su vida y contarle la experiencia a Dios a través de cartas que ella misma enviará. Nace así una gran amistad que les hará inseparables. 

Un escritor aferrado a la vida con todas sus fuerzas, utiliza en todas sus películas personajes que confían en lo desconocido, que viven con los brazos abiertos y que luchan contra las fuerzas negativas, la angustia y el miedo. 

Desde peqeuño, vivió de cerca la experiencia de encontrarse cerca de niños terminales. Su padre era fisioterapeuta y, desde los 8 años, todos los jueves y sábados iba al hospital creyendo que la norma era estar enfermo, no la excepción.

Para el escritor, la clave está en aplicar la imaginación a la realidad y dejarse invadir por el mundo que nos rodea y por las gentes que lo habitan. A los 29 años, decidió adentrase en una aventura en la que pasó 10 días en el desierto del Sáhara. Caminando por el desierto se perdió y, pensadno que iba a morir de miedo, descubrió la sensación contraria. Una experiencia casi mística, consiguió aprender a confiar y a vivir con imaginación. Según el escritor y director, tanto el libro como la película son un canto a la esperanza ya que “cuando la medicina no puede hacer nada, se puede salvar a las personas con el humor y la imaginación”.

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