martes, 8 de marzo de 2011

SERGI PÀMIES MVM

El azar, que nunca es inocente, ha querido que los fastos conmemorativos de los treinta años del 23-F coincidieran con la llegada a las librerías del ssegundo volumen de la obra periodística de Manuel Vázquez Montalbán. El libro corresponde al período 1974-1986 y lleva el subtítulo de "del humor al desencanto". Basta mirar los años para imaginar la chicha socio-político-cultural que el articulista abarcó con su estajanovista capacidad de trabajo. El recorrido que describe MVM es pura epopeya. Individual y colectivamente, los qeu tuvieron uso de razón en aquella época también acumularon motivos suficientes para perderla. Breve y aleatoria lista de temas tratados: revolución de los claveles, muerte de Franco, legalización del PCE, destape, entierro de Machín, referéndum constitucional, asesinato de Lennon, V congreso del PSUC, secuestro de Quini, referéndum de la OTAN, inauguración de TV3, derrota del Barça contra el Steaua. Esta muestra sirve de esqueleto para intercalar diálogos humorístico-satíricos o para marcarse amenos análisis sobre transiciones, refundaciones y otras formas de decepción.

No busquen diagnósticos visionarios, pero sí una forma de interpretar la realidad que, desprovista de la urgencia de actualidad, refuerza su vigencia. Pero no escribo esta columna para subrayar el acierto de esta edición sino para detenerme en los tres artículos que, después del 23-F, escribió MVM. Si la semana pasada aún vivíamos la resaca de la revisión monotemática, la lectura de estos textos tiene algo de confirmación retroactiva de lo que, cuando en su día los leímos, sólo fue intuición e identificación. Pocas horas después de que el golpe fuera desmantelado, la revista Interviú, en la que entonces escribía, publicó una edición especial ue incluía el texto Que no decaiga, que acaba con esta explícita frase: "Malditos seáis". Unos días más tarde, en el semanrio La Calle, y disfrazado de Sixto Cámara, empieza otro artículo con una primera frase extraordinariamente definitoria del estado anímico de muchos: "Educados en el miedo, nos defendimos gracias al asco". Y, en otro número de la misma revista, culmina su análisis con esta reflexión: "El golpe no ha conseguido cubrir todos los objetivos, pero ha puesto en marcha atrás el proceso democrático, ha descompuesto el paso y el ritmo de la política española y, a pesar de los tres millones de manifestantes a favor de la democracia, el golpe sa ha metido en la conciencia del país, ciudadano por ciudadano, clase por clase. El golpe está dentro de cada uno de nosotros". 

Sergi Pámies, columnista de La Avanguardia. Publicación del viernes 4 de marzo del 2011.

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