lunes, 7 de marzo de 2011

LA TELEVISIÓN ES CULTURA

Ayer, haciendo zapping, me di de bruces con un programa que lleva a cabo TVE todos los domingos de 18:00 a 18:30. Bajo el nombre de Página 2, TVE dedica media hora de cada domingo a repasar la actualidad literaria del momento y a realizar suculentas entrevistas a reconocidos escritores. 

En la tarde de ayer Joaquín Sabina nos abrió las puertas de su biblioteca y adentró en su mundo de poesía. Joaquín Sabina nació con el sueño debajo del brazo de llegar a ser profesor de literatura en un pequeño colegio de pueblo al estilo de Antonio Machado. Pero sus modestas aspiraciones se vieron interrumpidas por su exitosa carrera como cantautor. Considerado como un gran poeta, más por la letra de sus canciones que por sus poemas, afirma que el atributo le viene grande. Según el cantautor, que la letra de algunas canciones sea pésima no implica que aquellos que dedican tiempo a sus letras sean poetas. Mientras que su gran amigo Benjamin Prado afirma que sus mayores alardes literarios se encuentran en sus canciones más que en sus poemas. 

Una de las frases de la entrevista que más me llamó la atención dice así: "Nunca sé si escribo canciones o escribo poemas, pero ellas si lo saben , en el tercer o cuarto verso ya saben si serán canción o serán poema". Me sorprendió la exactitud de sus palabras que combinan precisión y azar en pocas líneas.  

La entrevista finalizó con la lectura por parte del propio Sabina de uno de sus poemas preferidos, escrito por él mismo e incluido en el repertorio de canciones de su último disco "Vinagre y Rosas" (2009).

El programa también dedicó algunas líneas a las inquietudes y preferencias literarias del actor español Antonio de la Torre que nos ha recomendado a Héctor Abad Faciolince con su libro "El olvido que seremos". 

Como cada semana, hizo un repaso a la lista de los libros más votados entre los que hay que destacar "El ángel perdido" - número uno en la lista del género de ficción - publicado el pasado 4 de febrero por Javier Sierra que nos sorprendió con esta obra escrita con un estilo cinematográfico muy ágil, envolvente y atractivo para el lector transportándolo desde los despachos de los altos cargos militares de Estados Unidos a la quietud, misterio y belleza del Pórtico de la Gloria y la catedral de Santiago de Compostela y terminando en Oriente Medio. Una novela que lleva tras de sí años de investigación, viajes por todo el mundo, entrevistas y todo el material necesario para hacer de ella una obra excelentemente documentada y brillante.

También hay que destacar, esta vez como género no ficticio, a "Indignez-vous" (indignaos) un breve libro de gran e inesperado éxito que plantea la necesidad de oponerse al monopolio del dinero. Dicen que las palabras justas y precisas son las que dan el éxito de un gran discurso, que a veces las verdades, aunque sean obvias, pueden causar más repercusión que un complejo discurso. El mundo de la política no es una excepción y Stéphane Hessel, el escritor francés de origen alemán, es la persona cualificada para llevar a cabo la misión de llamar a la sublevación juvenil contra las máximas que rigen el sistema actual en apenas las 20 páginas que conforman su libro. Superviviente del campo de concentración de Buchwald y único redactor vivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, utiliza su condición de miembro de la Resistencia francesa para definir la base ideológica con la que oponerse a la actual deriva en que se mueve el orden mundial.

El programa finalizaba con una reflexión sobre la película "El demonio bajo la piel", dirigida por Michael Winterbottom y protagonizada por Casey Affleck. Es una adaptación de un clásico de la novela negra moderna "The killer inside me" (El asesino dentro de mi) escrita por Jim Thompson en 1952 y que ya había sido adaptada en 1976 por Burt Kennedy. El libro consigue hacerte penetrar en la psique de un asesino tranquilo y calmado de cara al exterior pero extremadamente brutal en su interior. Es un retrato interior de gran perfección que resulta incómodo de leer de lo radical que consigue ser. 

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